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El turismo enológico se decanta por los Viños da Terra do Barbanza

Los extranjeros muestran gran interés por conocer la elaboración de estos caldos



aturaleza y vino son dos polos que maridan perfectamente en las nuevas experiencias de turismo enológico que se están haciendo un importante hueco en la comarca, sobre todo por la alta demanda de visitantes que quieren descubrir todos los secretos de la elaboración de las distintas variedades de la denominación Viños da Terra do Barbanza e Iria. Hace unos meses, la bodega Entre os Ríos de A Pobra puso en marcha esta nueva iniciativa y la demanda no ha parado de crecer, sobre todo de personas procedentes de fuera de España.

«La mayoría son turistas extranjeros, porque en Francia, Alemania y Estados Unidos es algo que lleva bastante tiempo implantado, pero aquí no había casi nada», explica el vinicultor José Crusat. También le ha ayudado a tener tanto tirón entre los visitantes que un empresario americano especializado en organizar viajes que aúnan vino y paisaje haya descubierto los viñedos de esta esquina de Galicia. «Él se dedica exclusivamente a programar excursiones en torno a la cultura del vino. Ya ha traído a dos grupos aquí, y luego también hace otros viajes a Sicilia, cada vez va abriendo más el abanico de la oferta», apunta el pobrense.

 Viñedos y cata

En las experiencias que se puedan contratar en Entre os Ríos hay varias opciones en función del tiempo del que dispongan los excursionistas y del número de botellas que quieran catar; el único requisito es que haya un mínimo de participantes. La visita empieza con un paseo por los viñedos, explicando las características de la tierra y las condiciones meteorológicas de la indicación geográfica protegida (IGP) que agrupa los Viños da Terra de Barbanza e Iria; para luego hablar de la plantación de las cepas, su crecimiento y la vendimia.

A continuación, los grupos se trasladan a las bodegas para conocer el proceso de elaboración de los distintos vinos, y pueden elegir entre probar uno o varios caldos y contratar un pequeño picoteo o ya un menú un poco más amplio elaborado con productos típicos de la zona. El recorrido y la cata pueden durar entre una o dos horas, y esta es una actividad que no está vinculada al alojamiento en la casa rural Entre os Ríos, es decir, la puede reservar cualquier persona por un precio que oscila entre los 20 y los 30 euros.

«Es una experiencia que está funcionando muy bien y que también redunda en beneficio del pueblo. Hay mucha gente que viene a hacer la visita y luego se queda a comer o a cenar en A Pobra. Ayuda a que todo esto se dé a conocer, porque la gente llama a la gente», afirma José Crusat, que gestiona la bodega y las visitas junto con su padre, Francisco.

De hecho, considera que el turismo enológico puede ser un puntal para «que los visitantes se queden aquí, y no se escapen a Santiago. Tenemos que ofrecer actividades adicionales para que la gente que decida venir pueda hacer cosas y no solo ir a la playa cuando hace buen tiempo. Hay rutas de senderismo, visitas a museos, espacios naturales espectaculares y también otras series de actividades, como estas experiencias enológicas. Al final, lo que triunfa es el boca a boca», insiste.

Paralelamente al gran interés que despiertan estas visitas enológicas, está el gran éxito de ventas que este año han tenido los distintos vinos de Terras do Barbanza e Iria, puesto que los vinicultores se han quedado sin botellas debido a la alta demanda. Esto les ha llevado a ampliar las fincas de cultivo, que en el caso de Entre os Ríos, también se pueden visitar en estos paseos entre viñedos.

Mas info: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2023/05/24/turismo-enologico-decanta-vinos-da-terra-do-barbanza/0003_202305B24C2991.htm