Desde varias inmobiliarias de Barbanza coinciden además al señalar que los bancos han subido los tipos de interés en los últimos meses, al tiempo que han endurecido las condiciones para conceder hipotecas. «Segue habendo demanda, porque moita xente solicita información, pero ao final moitos deses contactos non se traducen en vendas», explican desde un negocio de Ribeira. «O ano pasado foi moi bo e estes meses está habendo bastantes visitas, así que non debería ser tan malo, se ben é certo que parece que neste primeiro trimestre vai baixar a facturación», apuntan desde Portosín.
Clientes foráneos
En cuanto al perfil de los clientes que acuden a las inmobiliarias de la comarca en busca de una vivienda, a diferencia de lo ocurrido tras el confinamiento, cuando la mayoría eran vecinos de la comarca que buscaban un hogar, ahora un alto porcentaje de los clientes son forasteros. Muchos de ellos están detrás de una segunda residencia: «O que máis se demanda é segunda vivenda a bo prezo. Queren sobre todo apartamentos pequenos e económicos, que non superen os 90.000 euros», señala la titular de un negocio ribeirense.
Esta es la tendencia que impera también en la zona de Porto do Son: «Buscan pisos pequeños, a buen precio y que estén lo más cerca posible de la playa. Quieren llegar andando al agua», apunta el propietario de una inmobiliaria de Portosín. Explica que buena parte de los compradores son de Santiago, Ourense, Lalín y otros puntos del interior de Galicia.
Y hay un mercado que está ganado peso, el de compradores interesados en adquirir pisos o casas para dedicarlos a viviendas vacacionales. Desde una inmobiliaria de Muros aseguran que estos son sus principales clientes en la actualidad: «Case todo o que vendemos na zona de Noia son apartamentos pequenos e baratos para dedicar a aluguer». Este profesional está convencido además de que es una tendencia que irá a más.